Hoy repasando prensa, una noticia trataba el tema de no sé que certamen de belleza y, enseguida, me ha venido a la cabeza la famosa y manida frase que los estereotipos atribuyen a algunas aspirantes a estos concursos cuando tienen que hacer pública una petición: «la paz el mundo».
Esto, que en ese contexto puede sonar algo frívolo y «rubiesco», en el fondo es un sentimiento noble. Comprobar la capacidad de destrucción que el ser humano tiene para con el ser humano es triste. La historia está llena de mini-historias de familias rotas por el dolor que causan las guerras; mini-historias que no son otra cosa que la historia vital personal y que forman parte de la herencia de sentimientos de cada familia.
Ojalá este bagaje sentimental no influyera en las decisiones que algunos toman en contra de otros y que, estas, se tomarán desde la simple objetividad por el simple bien de todo ser humano.
