No son noticia por lo individual, sino por lo colectivo. «Asalto a la valla de Melilla …taytantos inmigrantes logran entrar…» No figuran nombres, ni historias personales. No hay sentimientos, solo números. Entran a miles cada año en un goteo constante. Incluso ahora, en este mismo momento en que estás leyendo esto, hay cientos, miles de ellos esperando, al otro lado, su oportunidad para «saltar», para tener un futuro, para sobrevivir.
Su pasado es pasado difícil, lleno de miseria y dificultades. Su presente es la incertidumbre, el limbo, el purgatorio… Su futuro es Europa, la panacea,la esperanza…
Que dura la vida para unos, y ciega para otros. Pero lo verdaderamente triste es la injusta y egoista comodidad de unos pocos.